domingo, 6 de enero de 2008

"El abrazo", de Gustav Klimt




Tu cuello es un imán para mis brazos,
estériles
si no anidan en tu nuca,
autómatas dolientes de rutina,
secuestrados del tiempo y del espacio
en el que tú dominas.

Mis brazos
olvidaron esos nombres
que nombran los objetos y las cosas,
sólo un nombre comprenden,
y es el tuyo,
… único que no nombran.

Rodean,
bloquean,
aprisionan
la nada que resume la materia,
aquella
que no es nada
si en ti no se recrea.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Brazos, cómplices, atrevidos, sensatos, intuitivos.
Brazos amables, heridos, ansiosos,
queridos.
Brazos que aman, brazos que esperan, pero si no rozan mi espalda, no quiero brazos, ni besos, tan sólo el silencio, la nada, la pena.


Un buen poema, Esperanza.

G. del Pozo

Esperanza dijo...

Gracias por tus palabras.