viernes, 31 de octubre de 2008

Presentación de "Últimas cartas a Kansas" y "Epitafio de Primavera"



Ésta es una foto de la presentación ayer, en Avilés, de los libros de Sofía Castañón, Últimas cartas a Kansas y Víctor garcía Méndez, Epitafio de primavera. Fue un placer oir hablar de su obra a los dos autores.
En la mesa, por la izquierda, Victoria Fidalgo, Saúl Fernández, Sofía Castañón, Víctor García Méndez y Esperanza Medina.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Sofía Castañón y Víctor García Méndez




















Mañana día 30 de octubre, en,
El Club de Prensa de La Nueva España,
presentaremos el libro de Sofía Castañón Últimas cartas a Kansas y el de Víctor García Méndez Epitafio de Primavera.
Será en La Casa de Cultura de Avilés, a las 20.00.





Aquí os dejo una muestra de la poesía de estos jóvenes autores para que vayáis abriendo boca...


ENCONTRÉ UN POEMA
con tu nombre
en un charco de septiembre.
Un poema.
No un crimen resuelto.
No la entrada para un piso.
No una caña a las dos de la tarde.
No.
Encontré un poema
rojo y mojado
con tu nombre.

Quizá por eso siga
ahora
llorando
junto a la alcantarilla
que se lo tragó.

(Sofía Castañón, de Últimas cartas a Kansas)


DIVERTIMENTO

No sólo con tinta
también con tinto

mi palabra escrita,
mi corazón libado.

(Víctor García Méndez, de Epitafio de primavera)


Aquí la reseña de La Nueva España

martes, 28 de octubre de 2008

Guillermo del Pozo

LOCO

Apoyado en el quicio de la puerta
contemplo tu cuerpo,
y cada movimiento que haces es manso,
tan depurado que no logro ajustar la mirada.

Porque si no te pruebo,
en el quicio de la puerta
me desquicio.


Guillermo del Pozo, de Segundos fuera.

sábado, 25 de octubre de 2008

Natalia Menéndez



En los próximos días se publicará el poemario con el que Natalia Menéndez ganó el premio de poesía Nené Losada en 2006, Restos de un naufragio. Ésta es la portada, y éste uno de mis poemas favoritos del libro:


Somos una lengua de signos,
dos acróbatas circenses que se cruzan en el aire,
un transitado camino por el que nosotros volvemos.
Nos besamos con el mismo desabrigo
con que la ola muere sobre nuestros pies.


(Natalia Menéndez, Restos de un naufragio)

miércoles, 22 de octubre de 2008

PLENITUD

PLENITUD

Seamos uno
o mil, si es necesario,
hablemos de las cosas que no importan:
de la sonrisa tonta que yo tengo
cuando tu voz me toca;
de mis manos heladas que calientas
entre las tuyas tibias, generosas;
de la profundidad de tu mirada
que me sumerge entera y que me arropa.

Hablemos de las cosas pasajeras,
de las que no retornan:
de la nieve en la hierba,
del sol en la distancia,
de las luces brillantes de la noche,
de cada oscuridad que nos atrapa.

Hablemos
de las cosas que nunca alcanzaremos:
la mañana sin prisas,
la soledad anciana acompañada,
la verdad sin matices,
la transparencia amable y redentora.

Seamos uno,
o mil,
si es necesario,
seamos cada uno de los besos
que otros fueron dando,
seamos cada beso venidero…

Que cada abrazo sea nuestro abrazo.

( AMEN).

sábado, 18 de octubre de 2008

la hora del té...



TÉ CON GALLETAS DE CONSUELO

Sé bueno
y no despiertes
las ganas de quererte de este sueño,
trae amapolas tibias
a la tarde
que se quema en silencio.
No olvides la receta del olvido,
por si el dolor amigo se hace intenso.
Deja las margaritas con sus hojas,
no me obligues a ver el “no te quiero”.

Sé bueno
y desmiga galletas de jengibre
que tracen el camino
-los caminos-
dulces o empalagosos,
que imagino hacia ti.
No importa si no llego,
iré saboreando cada miga…
(la vida es un misterio).

EM

sábado, 11 de octubre de 2008

HABERLAS, HAILAS.




HABERLAS, HAILAS.

Si me esquivas
yo repto y te descubro.
Destapo
con conjuros y hechizos
las ánforas del tiempo.
Estrangulo
los pasos que no das
para acechar mi cuerpo.
Desconecto
audífonos que mienten
si me traen otras voces que no quiero.
Sacudo sortilegios,
exorcizo las dudas,
Y por último
re-creo sensaciones
para que tú las sufras

(sabes que puedo ser
un poco bruja)

EM


(la foto es un juego de Iris)

viernes, 10 de octubre de 2008

Un poema

Salimos
con los labios manchados de besos
buscando otros nombres
que puedan nombrar, sin errores,
la luz del otoño,
el canto del viento,
la frágil caricia del ala de una mariposa,
el mar en invierno,
las noches de agosto,
el sabor de la fruta cogida de un árbol
que no es el nuestro…

Salimos,
con los ojos manchados de besos
intentando
atrapar la belleza,
exprimirle a la vida la fuerza
(y no lo sabemos…)
que llevamos dentro.

EM

miércoles, 8 de octubre de 2008

Luis Miguel Rabanal

Me he permitido dejar aquí una muestra de BOCADOS DE ROSA, de Luis Miguel Rabanal, publicado en http://www.portaldepoesia.com/Biblioteca/Luis_Miguel_Rabanal_Bocados.htm. Quizás me he excedido con la foto, pero no pude sustraerme a tanto rosa y a imaginar qué pasará cuándo lo muerda...


Siento que los versos no coincidan exactamente con el original.


JOSÉ ENRIQUE GONZÁLEZ Y AMELIA ORTUOUNDO

Quiere el destino que nos llenemos de besos, gustan tus labios la sed perpetua de los míos y cansan ya los feos gestos del demasiado amor.

Es como si nadie entendiera nuestra suerte, la afable pregunta que mantenemos ahora ceñida para siempre al goce, al ahogo que irrumpe en tu cuerpo de muchacha espantada por un tigre pequeño que abreva en tu saliva y se marcha corriendo de golpe.

Qué puedo argüirte.

Cada vez que te miro recorriendo los pasos subterráneos que ya no daremos me fatigan las ganas, la muerte termina por decir su más oscura palabra y no es en tu boca donde habita la sed.

Acaba de pasar por encima de tus pechos una chica que sonríe si alguien la besa, pero de azul riguroso.

Mas nadie está aquí.


SARA BERNABÉ Y BEGOÑA ÁLVAREZ

Qué hago yo ahora con todo esto.

La vida esperando, tu cuerpo lo mismo que ayer, aterido en el fondo de la sala pero sin ganas de caricias, ni siquiera de un café con leche riquísimo.

Y qué hago yo ahora con todo esto, dímelo, mi amor.

Deshecho el deseo, un cáncer de estómago te arrancará para siempre de aquí.

Como un dios estúpido juega a la baraja.

Seguramente ya no habrá más postales que escribir ni más carne rosada que lamer.

Pero estarás conmigo, afuera hay sol...


Nota del autor

Parejas. Porque de parejas se trataba, de parejas de cualquier clase y condición, de parejas de todo tipo, únicamente habrían de ser españolas y tener entre 25 y 45 años, firmar con su nombre y apellidos y documentarlo un poco todo ello.
Y sobremanera hablar de amor y de deseo, de ahí provenía lo de bocados de rosa, del actual amor o del pasado, eso no importaría tanto.
El autor en su día solicitó, mediante anuncio incluido en varios periódicos nacionales durante una semana, a quien quisiera colaborar en la tarea, que se le remitieran mensajes con toda libertad a una dirección determinada de correo electrónico.
Un total de 1.257 comunicaciones *válidas fue el resultado de aquel atrevimiento.
Pues bien, el profesor A.C.V., de la Universidad de Ottawa y muy amigo mío, está a punto de publicar su libro “Condiciones indispensables para una buena despensa. Cónyuges españoles del siglo XXI”, con el estudio pormenorizado del comportamiento de estas referidas parejas siguiendo, de algún modo, el contenido de sus correos. Sirva el anterior comentario como mera contrapropaganda.
Yo quiero aquí ofrecer al lector una pequeña selección de textos, bien es cierto que sin apenas elaboración alguna por mi parte, para ayudar en lo posible a la comprensión de tal fenómeno, es decir, del dulce y escabroso fenómeno. A saber: que la vida apenas tiene sentido si no es con alguien bastante cerca de ti.
__________________
*Afuera quedaron, por supuesto, muchísimas que no cumplían los mínimos requisitos. Recuerdo ahora mismo el caso de Antonio Heredia y su asno Frederic, o el de Carmen G. y su loro Carmelo y su bóxer Ladrón...

sábado, 4 de octubre de 2008

Algunas fotos de la presentación

Estas son algunas fotos de la presentación de Epanadiplois (o la metáfora de lo irremediable)
Fue muy agradable sentir el apoyo de los amigos. ¡Gracias a todos los que os acercasteis al Palacio de Valdecarzana ayer tarde!.



Por la izquierda Saúl Fernández, Esperanza Medina y Jorge Iván Argiz



Incluso firmé algún libro




Gracias, Alberto, por acompañarme.

Todas las fotos son gentileza de Natalia Menéndez

miércoles, 1 de octubre de 2008

"Epanadiplosis" en La Nueva España

Este es mi artículo de esta semana en La Nueva España, lo transcribo aquí por si puede daros alguna pista sobre mi libro y mi relación con la literatura.

La imagen que aparece es del Palacio de Valdecarzana, lugar donde se presentará el libro. La fachada que se ve en la foto es la más antigua de un edificio civil que se conserva en Avilés, y a mi me encanta.



REMENDANDO PALABRAS

Las palabras se desgastan, igual que las suelas de los zapatos. Vamos con ellas a la compra, las llevamos a tomar un café, las estrujamos en el trabajo para que rindan todo lo posible, incluso las maltratamos en los mensajes de móvil o en los correos. Por eso, igual que a las suelas de los zapatos, es necesario remendarlas de vez en cuando, colocarles “tapas”, embellecerlas de nuevo. Porque las palabras son casi siempre las mismas, crecen muy poco a poco, más bien las vamos olvidando y cuando se desgastan y se deslucen pierden su fuerza.

Pero a mí, que no colecciono mariposas, ni sellos, ni figuras de porcelana china, me gusta coleccionar palabras. Por eso las limpio con mimo, las coloco y las recoloco de maneras diferentes, las deslizo en los poemas y espero, reteniendo el aliento, que a algunos de vosotros os hagan cosquillas de nuevo, como si estuviesen recién estrenadas.

Y ese juego de deciros aquello que ya sabíais, pero en un susurro, al oído, en un “tú y yo” íntimo aunque no nos conozcamos, me llevó a escribir “Epanadiplosis”.
Una palabra añeja, aunque casi nueva por falta de uso, que a mi me habla de un sonido largo, con desniveles en los labios, que sube y baja, lo mismo que la propia vida, mientras que a otros les recuerda alguna compleja enfermedad como la artrosis.

La epanadiplosis vivía olvidada en los tratados de retórica, envuelta en un traje pomposo, siendo ella tan tímida y sencilla. Porque significa simplemente comenzar y terminar de la misma manera un verso, como ese “verde, que te quiero verde” que todos conocemos. Y yo, que quería contar una historia circular, en la que desde el principio todos saben cómo va a acabar, todos menos quien la sufre, que no quiere saberlo (como todas esas pequeñas historias que vivimos y que acaban con el fastidioso “te lo dije”), qué otro nombre podía ponerle a mi libro que mejor le encajara.

Es entonces cuando la epanadiplosis se convierte en una “metáfora de lo irremediable” y es entonces cuando las palabras esperan la sonrisa cómplice del lector, entonces cuando me aprovecho de su experiencia, de sus sensaciones, que deposita ingenuo en mi juego de términos y voces y lo enriquece con un sentido nuevo.

“Mientras duermes al sol sobre la arena
yo le echo azul al agua,
que no descubras nunca que incolora
va y viene gastando las palabras.”

Remendar las palabras es una tarea divertida, que engancha como una adicción. Siempre conjunta, siempre de dos, aunque desconocidos. ¿De que sirve mi juego si tú, amiga o amigo mío, no juegas conmigo? ¿En qué playa pensabas: Salinas, una del Caribe, la del Silencio? Nunca diré cuál era la mía, pero ten por seguro que tu arena es totalmente distinta a la que yo puse en ella. Hemos hecho diferentes poemas, hemos sacado lustre a las mismas palabras rejuveneciéndolas.
Alguien dirá que soy excesivamente pretenciosa. Puede ser, pero este es mi juego y quien no quiera jugar conmigo es muy libre de ignorarme. Para el resto, ahí está “Epanadiplosis”.