miércoles, 9 de marzo de 2022

Ayer estuve en el estreno de la obra Tapiz de Niebla, en la que han usado uno de mis poemas para el texto musicalizándolo, fue emocionante, parecía otro poema, como poder experimentar lo que sienten otras personas cuando te leen. Les deseo mucho éxito con su obra.


Aquí el trozo del poema musicalizado:

Si sube la marea de tus ojos,
inundando mi alma, 
derrumba los castillos en la arena
que yo antes levantara,
y arrastra, mar adentro,
los andamios
que sujetan mi casa.
¡Qué fácil es borrar todas las cosas
escritas en la playa!

de Armadura de azúcar, Ed Dolmen, Palma de Mallorca, 2009
 

lunes, 31 de agosto de 2020

jueves, 7 de febrero de 2019

Que nos quiten lo leído














Volviendo a alguno de los artículos con los que hace años colaboraba en La Nueva España, he recuperado este texto, sobre las emociones que producen los libros, muy a cuento hoy que participaré en una mesa redonda sobre Literatura Infantil y Juvenil en Asturias en los últimos 30 años. Para cerrar la exposición QUE NOS QUITEN LO LEÍDO organizada por Paco Abril y Ana  López Chicano.
Sigo pensando, como digo al final, que está en un error quien crea que los libros solo son para los ojos.

Cuentos troquelados



martes, 28 de agosto de 2018


                    Esto sí es escoger los libros con cabeza


Firmando ejemplares de El constipado del sol en la Feria del libro de Xixón este verano, con la editorial Pintar-Pintar

miércoles, 26 de abril de 2017

Entonces



Este texto se publicó en junio de 2013 en la Nueva España como artículo, pero en realidad había sido concebido como poema, ahora recupera su forma.


 
nos gustaba rodar sobre la hierba,
observar los insectos,
los renacuajos antes de que se hiciesen ranas.
Mirar a las mujeres que tendían la ropa,
despertar la pereza de las horas completas,
las que pasan sin miedo a que nada se acabe.
Esperar que tu madre gritase «la merienda»
y volver a la calle del pan con chocolate.

Las tardes infinitas,
los lugares perfectos,
donde habitaban juntos los grillos y el asfalto.

Se podía pasar de la ciudad al campo sin salir de mi calle.
Se podían vivir las vidas de los libros,
o inventar otras nuevas.

Los amigos valían más que cualquier juguete,
la aventura esperaba siempre en las escaleras,
que bajabas deprisa sin usar pasamanos ni barandilla alguna.
Quién necesita apoyo cuando se siente inmune a todo lo que duele.

La galbana jugaba con la risa y al corro,
a la queda, al cascayo,
a la goma y a todo.

La galbana agotaba la luz de cada día,
y encendía farolas y bombillas y lámparas,
y nos llevaba a casa a cenar y a la cama.
Un lapsus solamente, la mañana volvía.
Y volvía otra vez cargada de pereza,
de carreras y olores.
Y había primavera,
y verano.
Así sería siempre, estábamos seguros.

Entonces no sabíamos que hay cosas que terminan,
personas que abandonan,
miedos que no nos dejan vivir esa pereza con gozo y sin recortes.
Entonces el presente pesaba como el oro, se medía en quilates,
ni el antes ni el después tenían importancia.

Ahora el pasado duele,
por su propia inconsciencia,
y por esta certeza de haberlo ya perdido.
Condiciona el futuro todo lo cotidiano
porque asusta saberse inseguro y finito.

Ahora necesito coger la barandilla,
mirar los escalones y no pisar en falso.
Sentirme cuidadosa, forzar el optimismo.
Y necesito, al menos cada una o dos semanas,
como una medicina que sosiega el cerebro,
volver a la pereza inútil de la infancia,
desconectar el ritmo circular de mis pasos
y escribir estas cosas,
que no sirven de nada.


   E. MEDINA       

jueves, 20 de abril de 2017

Noche de poesía en La Felguera

Desde el Centro de Creación Escénica Carlos Álvarez Novoa de La Felguera me han invitado a participar en una de sus Noches de poesía.
La lectura de los poemas correrá a cargo del grupo de teatro Kumen.
El acto estará presentado poe el escritor Javier Cellino y contará también con mi participación.
Estoy encantada y muy agradecida de que hayan contado con mi participación en esta hermosa experiencia.
Será el próximo 21 de abril a las 20:00 ( toda la información está en el cartel adjunto)

jueves, 1 de diciembre de 2016

Ya iba siendo hora de volver

La poeta camina por la calle,
las bolsas, el paraguas,
y los pies empapados dentro de los zapatos.
Ella no hace las guerras,
ni se inventa las crisis,
ni reparte paciencia en la cola del paro.
Ni siquiera ella puede
ser voz de los que sufren.
Solo para un momento
y escribe algunos versos aunque la lluvia arrecie.

Que inútil ser poeta
- decía en Orihuela
la amiga de la madre
de aquel joven cabrero-.

E.Medina, publicado en Aunque tú no estás, homenaje a Miguel Hernández, Aviles, Octubre, 2010