jueves, 24 de noviembre de 2011

Mª José Fraga


Cuando comencé a relacionarme con la poesía de Mª José Fraga pensé que no la conocía, eso no dejó de hacer que me emocionara profundamente con alguno de sus poemas.
Más tarde, por alguna de esas extrañas conexiones de la memoria, vino a mí, formando parte de la lista de mis compañeros de clase en la universidad, un nombre: el de Mª José Fraga.
Encantada, de verdad, de conocerla. Espero que volvamos a vernos.
De momento aquí dejo alguno de los poemas de su último libro: Han a ser cinza..., editado por la Academia de la LLingua Asturiana, Secretaría Llingüística del Navia-Eo, Oviedo, 2010.


MAZCUNTANDO

Ventioito del sete del sesenta y dous
seis del tres del dous mil sete
Nacional seiscientos trenta y cuatro
corenta y cuatro anos, sete meses, seis días
veinticinco anos xuntos
un dolor infinito

y para de cuntar.






A muyer que quería ser río
nun buscaba outra cousa: el abandono
de dixarse llear igual qu'esbaran
as gotas de sudor como monedas,
os días da semana, os pétalos da flor
esgarecida.

Deixarse ir sin resistencia,
sin dolo nin fraterna,
-pensaba-
pés siguindo armonías que nun mancan
ou fotogramas col sou ritmo
de cada día.
Subir pra enhalar ceibe
como os globos-chincheta
escapando das festas.

Á muyer que quería ser río
valíaye tamén ser herba alta,
roupa tendida
ou cana de salgueiro.

Peró a súa sorte
era acoudiyar sin pousadoiro.


Mª José Fraga Suárez, de Han a ser cinza...





jueves, 17 de noviembre de 2011

"El cielo de las cosas", de Pelayo Fueyo

El pasado 3 de noviembre asistí a la presentación en Oviedo del último libro de Pelayo Fueyo, "El cielo de las cosas".



Estos son algunos de los poemas que leyó en la presentación:

La tapia

Hay un hueco en la tapia
que no escalé de niño.
Sólo se ve un manzano
con frutos inmaduros.
No me alzaré. Presiento
que el dueño, al otro lado,
está esculpiendo el friso
que narra mi nostalgia.


Mi muñeco

Mi muñeco sonríe cada vez que descubro
una arruga en mi rostro. acaso se le olvida
que en su carne de broma se eterniza mi infancia,
y, si aún sobrevive, esporque mi nostalgia
tras su burla desplaza el cielo de las cosas.

Pelayo Fueyo, "El cielo de las cosas", colección "La mala letra" de la Ed. KRK

domingo, 13 de noviembre de 2011

"La luz usada", de Alberto Vega

No hace mucho que tengo este libro, sus poemas siempre son reveladores, como los dos que siguen:


Es probable

que buscando bajo el escritorio

reúna las letras de mi nuevo abecedario.


Tal vez en el fondo

del baso largo de gin con agua tónica

o en la página cien de los libros más cercanos,

aquellos que al abrirlos cada día

crecen al ritmo de mi propia historia.


Quizás ni estén en este cuarto, han de traer

el aroma cabal de lo que ya no es

o el presagio futuro de lo que aún no ha sido.


Unas palabras, encontrar tan sólo unas palabras

y dirigirlas a todos y a cualquiera.

Pero de uno en uno: irrepetibles y secretas.



(quizás un corazón recoja lluvia)




Cerca de mi ventana

el invierno de nuevo, el gris invierno,

desdibuja las calles con lápices de agua.

Camino entre galaxias de fonemas

como huyendo hacia el Norte.


Y constato que el calor de las palabras

a veces se nos niega,

quizás porque no hay nada que expresar

que no sea este estado de embriaguez melancólica.

este sentirse solo en un instante


en que el invierno de nuevo, el gris invierno,

tiende puentes azules al recuerdo.



(la sangre, como flojo coñac, dentro de mí)

(de "La luz usada", Alberto Vega)

He encontrado también este enlace de PANDIELLAYOCIO con más poemas de Alberto Vega.