miércoles, 24 de febrero de 2010

Guiñol

De momento éste es el poema favorito en mi aula esta semana. Nunca les pregunto qué les dice o por qué les gusta, pero cuando es así me piden que se lo escriba. Y es lo que hago, para que se lo puedan llevar a casa.


GUIÑOL

-BUENAS TARDES, PROFESOR…
(AL QUITARNOS LOS SOMBREROS
SE ESCAPAN CON UN CLAMOR
DE DESORDEN LOS JILGUEROS.)

- YO NO HE SIDO.
- YO TAMPOCO.
- ¿HABRÁ SIDO MI ALEGRÍA?
- CABALLERO, USTED ESTÁ LOCO.
- LLAME USTED A LA POLICÍA.

LLÁMELA QUE EN EL BOLSILLO
SE ME HA PARADO EL RELOJ
Y ME CANTA –CRI-CRI- EL GRILLO
DE MI –CRI-CRI- CORAZÓN.

(EN EL COLUMPIO, ADELITA
SE RÍE Y NO SÉ DE QUÉ,
NI QUÉ ME DA O QUÉ ME QUITA,
NI QUÉ, QUI, CO, CU, CA, QUE.)

Amparo Gastón y Gabriel Celaya.

5 comentarios:

leolo dijo...

¡Qué grande Gabriel Celaya!
Creo que fue él y Gloria Fuertes los primeros que me hicieron amar la poesía. Y es algo importante el poder transmitirlo a los niños.

Saludos
eloy

Esperanza dijo...

Tienes razón, Eloy.

Un saludo

Dylan Forrester dijo...

Interesante poética.

Saludos...

Esthi Rubio dijo...

sabes lo que pienso Esperanza que los niños no necesitan entender ,, ellos son capaces de ver más allá.
soy cuidadora infantil.. y ayer un niño volaba con su pelo al viento... y una niña tirada en un banco jugaba a los médicos.

que bello paisaje se abre ante nuestros ojos...¿no es verdad?

Esperanza dijo...

Jorge, saludos también para tí.

Carrachina, desde luego si necesitásemos entender el arte para disfrutar de él, yo me perdería la música, ciertas expresiones plásticas...
Las sensaciones no están sólo en los contenidos, sino también en las formas de cada disciplina artística.
Y por supuesto, los niños son una maravillosa página en blanco que nos sorprende cada vez que les animamos a garabatear su propia historia.

Un abrazo