PLENITUD
Seamos uno
o mil, si es necesario,
hablemos de las cosas que no importan:
de la sonrisa tonta que yo tengo
cuando tu voz me toca;
de mis manos heladas que calientas
entre las tuyas tibias, generosas;
de la profundidad de tu mirada
que me sumerge entera y que me arropa.
Hablemos de las cosas pasajeras,
de las que no retornan:
de la nieve en la hierba,
del sol en la distancia,
de las luces brillantes de la noche,
de cada oscuridad que nos atrapa.
Hablemos
de las cosas que nunca alcanzaremos:
la mañana sin prisas,
la soledad anciana acompañada,
la verdad sin matices,
la transparencia amable y redentora.
Seamos uno,
o mil,
si es necesario,
seamos cada uno de los besos
que otros fueron dando,
seamos cada beso venidero…
Que cada abrazo sea nuestro abrazo.
( AMEN).
miércoles, 22 de octubre de 2008
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4 comentarios:
A pleno pulmón te digo que el ritmo que otros tuvieron va bajando delicado, cotidiano, hasta el abrazo.
Con gusto te saludo.
Sergio Astorga
Con gusto te saludo yo también, Sergio. Y te agradezco que prestes atención a lo que escribo.
Un abrazo.
Que poema cadencioso y tierno, que canto al /del amor joven.
Me ha gustado,
Marta
Gracias, Marta. Gracias también por visitarme. Cuídate mucho.
Un beso
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