domingo, 30 de agosto de 2009

más "Pretérito imperfecto"

II

Ella traía ausencia en las entrañas,
habitaba el silencio,
transportaba,
dormida entre sus brazos,
la llave de los sueños.
Olía a amaneceres
y arrullaba,
con los labios de hielo,
las soledades tibias que morían
siempre en algún invierno.

No podía llorar:
las mariposas
con alas de ilusión
si se humedecen
nunca emprenden el vuelo.




III

Ella era inocente,
estaba destinada a descubrir misterios,
a sumergirse en aire,
a respirar palabras,
a bucear abismos-sensaciones.

Nunca buscaba nada,
el sol se detenía a contemplarla.
Y era otoño de nuevo.

No sabía los nombres de las cosas,
pero sólo su voz,
interna y muda,
podía sin errores ni artificios
atreverse a nombrarlas.

EM


(faltan los versos que se intercalan entre los poemas, pero no acaba de gustarme verlo todo seguido, prefiero que aparezcan en una hoja ellos solos, maniática que es una)

8 comentarios:

Leo Zelada dijo...

"el sol se detenía a contemplarla.
Y era otoño de nuevo"

Me gusto esta parte.

Saludos.

Esperanza dijo...

El otoño tiene muchas caras, Leo, es la decadencia de la vida, pero también posee la luz más hermosa de todas. Me alegro que te gusten esos versos.
Un saludo

Marta María López dijo...

Acabo de comprarme Epanadiplosis :))

Esperanza dijo...

Espero que no te defraude, Marta.

Un beso

Fátima dijo...

Me gustan mucho estos poemas. Sin duda un merecido premio. Lo digo con absoluta sinceridad.

Un beso

Esperanza dijo...

Gracias, Fátima.

Un besín

Santiago Redondo Vega dijo...

Hermoso aunque sincero, duro pero lúcido. Sentimientos a flor de piel y mirada profunda. Todo un lujo poético salido de tu boca.

Un abrazo Esperanza, poeta.

Esperanza dijo...

Gracias, Santiago, un abrazo apra tí también, poeta.