sábado, 1 de marzo de 2008

... el mar

Me encanta el mar... cualquier mar.



Mientras tú te paseas por la orilla
yo le echo sal al agua,
que no sepas que el mar se está muriendo,
que se vuelven insípidas las ganas.

Mientras duermes al sol sobre la arena
yo le echo azul al agua,
que no descubras nunca que incolora
va y viene gastando las palabras.

Mientras sueñas lejanos horizontes
yo arreglo la toalla,
que si el viento te obligara a girarte
tropieces con mis ojos en la playa.


EM

1 comentario:

Sombras en el corazón dijo...

Loable esfuerzo; hay que poner lo máximo posible de parte de uno para que todo funcione a cualquier nivel; ese es el secreto.
Por lo menos no quedan las ganas de que no se ha intentado; por muy titánica que parezca la tarea.

Un beso fuerte