domingo, 18 de enero de 2009

de lo cotidiano

Salió a comprar arroz
y en el camino
perdió el norte
y el sur
y el motivo final de ser perfecta.
Descubrió
dormido en la cuneta un adjetivo
que la enredó esculpiéndola
con otro nombre extraño y tan querido
que sólo sabe ella.
Y se olvidó el pasado, y se hizo errante.

Y nunca, que se sepa, pudo terminar nadie la paella.

EM

15 comentarios:

Sergio Astorga dijo...

Esperanza, la cotidianidad gracias a un adjetivo pierde el habito. Exelente.
Un abrazo sin brujula.
Sergio Astorga

Esperanza dijo...

Gracias, Sergio, por ver la magia de lo cotidiano que, a pesar de lo que muchos piensan, es lo que ocupa más tiempo en nuestra vida.Tus imágenes son parte de esa magia.
Un abrazo

hombrepez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
hombrepez dijo...

A veces son las cosas simples, como un adjetivo, las que nos hacen olvidar el pasado.


TAn sencillo leerlo y tan difícil escribirlo.


(Creo que iré a comprar arroz)

Un saludo

Esperanza dijo...

Tienes razón, hombrepez, porque lo simple no es en absoluto lo menos importante. (A ver si consigues terminar la paella)

Un saludo

Anónimo dijo...

Lo simple es en ocasiones tan necesariamente fuerte que nos olvidamos de los planes preconcebidos de antemano y seguimos...otra ruta.Un saludo y feliz 2009.A.Dulac

Anónimo dijo...

Esperanza, yo veo en tu poema la desesperación que sentimos a veces los seres humanos, fruto tal vez del ritmo mecánico y frenético de nuestra existencia, como una sensación de estar de repente atrapados en una espiral fuera de control, tal vez por intentar que nuestra vida sea ordenada y perfecta, no lo sé...y el alivio de descubrir que la magia de las palabras nos puede transportar a otro mundo en el que todo transcurre a otro ritmo, y en el que nos redefinimos a nosotros mismos, y tenemos la oportunidad de detenernos un momento para mirar a nuestro alrededor desde otro punto de vista, más racional quizás...al igual que otros muchos, yo encuentro esa salida en la literatura, que me reconforta y hace que encuentre de nuevo mi norte y mi sur! También me ha gustado mucho tu último artículo en La Nueva, enhorabuena y un saludo, Sonia, Avilés.

Esperanza dijo...

A. Dulac,me gusta lo sencillo, que no quita para que sea a su vez intenso.
Un saludo

Esperanza dijo...

Sonia, claro que la literatura es una vía que permite vivir otras vidas paralelas, que tendrán la intensidad que nosotros queramos darle.
Gracias por seguir lo que escribo.
Un saludo.

Marisa Peña dijo...

Precioso, lo cotidiano se hace poesía. Un abrazo

Esperanza dijo...

Gracias, Marisa. Todo puede ser poesía.

Anónimo dijo...

En lo cotidiano se miman
las pequeñas cosas, los detalles
que siempre nos sorprenden
y nos arrancan una sonrisa,
una expresión de alivio.
En el arroz se halla lo cotidiano
de los valencianos... después
salen sabrosisimas paellas.

Vine a dejarte mi abrazo,
Jesús

Marta Raquel Zabaleta dijo...

Mi querida Esperanza: puro, danzarino, fiero, ese buscar de pasiones que encontradas, nos hacen olvidar lo innecesario, aunque esto sea tan esencial al oficio de sobrevivir!
Bello poema, gracias por darme este goce,
Marta

Esperanza dijo...

Gracias, Jesús por venir hasta aquí a dejarme tu abrazo y tus palabras. Recibe tú el mío.

Esperanza dijo...

Marta, qué alegría que estas palabras te hayan hecho disfrutar. Gracias a tí.
Un abrazo