V
Ella conocía otros aromas,
mundanos e imperfectos,
pero amarraba
con un lazo de piel junto a su cara
el de unas manos sólo,
mudas de voz,
políglotas de tacto,
vacías de inútiles palabras
EM
viernes, 25 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Dichosa es la plenitud.
Se basta sola.
Sólo abrazos.
Sergio Astorga
Abrazos también para tí, Sergio.
Publicar un comentario