Fue una tarde muy agradable en la que creo que tanco público como poetas nos sentimos muy agusto.
Por la izquierda: Xosé Anxelu Gutiérrez Morán, Daniel Modroño, Natalia Menéndez y Esperanza Medina con Rufino García Álvarez en diversos momentos de la lectura.
Las imágenes son todas de Víctor.
A continuación dejo una muestra de algunos de los textos que se leyeron en el acto:
P(R)O(BL)EMA DE MATEMÁTICAS (± 2)
El enunciado:
El tiempo que me miras
es inversamente proporcional
a la intensidad con que te espero.
Si sustraemos
las horas al cuadrado de mis días
de los segundos de adición
que tú me ofreces,
nos queda un resultado negativo
que hace que mi vida se aproxime
al conjunto vacío.
¿tienes la solución a este conflicto?
Esperanza Medina, de Armadura de azúcar, Ed. Dolmen
CUERPO EXTRAÑO
No existe ninguna fórmula
para cerrar un ciclo,
siempre habrá alguien que sangre.
A pesar de todo seguimos los pasos:
borrar de golpe media vida,
romper las fotos y renunciar a un nombre,
estremecer la carne, acuchillar el corazón
y traspasar su corteza
esperando renacer en el punto de partida.
Natalia Menéndez, de El síndrome Kalashnikov, Ed. Trabe
CUERPO EXTRAÑO
No existe ninguna fórmula
para cerrar un ciclo,
siempre habrá alguien que sangre.
A pesar de todo seguimos los pasos:
borrar de golpe media vida,
romper las fotos y renunciar a un nombre,
estremecer la carne, acuchillar el corazón
y traspasar su corteza
esperando renacer en el punto de partida.
Natalia Menéndez, de El síndrome Kalashnikov, Ed. Trabe
TEMPURA
Cierra ya tu paraguas de amianto,
empápate, de este tsunami ambulante,
asustando en tus callejones al espanto,
harto, de permanecer expectante.
Deja a tus dedos sentir la textura,
los escalofríos que provoca el deseo.
entre los secretos que guarda la tempura,
removiéndola hasta provocar el mareo.
No quiero desprenderme del dorado telón,
sería más vulnerable sin miedo escénico,
que me empuja a trepar al último escalón,
dejando al actor interior, impertérrito.
Las paredes de tu cuarto perduran heladas,
sin dejar paso al sol, las persianas cerradas,
el frío, rejuvenece tu fobia a la primavera,
porque las heridas se abren paso por la acera.
Daniel Modroño, de Okupas del cielo.