viernes, 29 de febrero de 2008

TIEMPOS IMPERFECTOS

Releo Tiempos imperfectos de Santiago García-Castañón y hoy me quedo con este poema, que me recuerda lo inútiles que son a veces las palabras. Y así todo, nos gusta tanto jugar con ellas...

RETRATO DE MUJER SOBRE FONDO GRAMATICAL

No voy a definirte con metáforas
-qué se ocupen de ello los poetas-.
Los verbos enmudecen a tu lado,
la sintaxisse pierde entre los pliegues
de tu presencia siempre inexplicable
y tu cintura esquiva con un quiebro
el acoso de toda la gramática.
No hacen falta piruetas estilísticas
para delimitar tu simetría;
basta tenerte cerca, el pelo suelto,
un tono de rubor en las mejillas,
las piernas sensuales columpiándose,
una mirada apenas perceptible,
como mucho un atisbo de sonrisa.
Sobra
El envoltorio vacuo del lenguaje.

Santiago García-Castañón

lunes, 25 de febrero de 2008

BARRO EN LAS SANDALIAS

BARRO EN LAS SANDALIAS.

Agua y jabón
y un banco de madera
que me espera si espero
mientras seca.
El suelo.
Soledades que se enquistan
en las baldosas huecas.

Me siento
y va la vida y no camina,
no pasa de la puerta,
educada no pisa mi pasillo,
no ensucia mi despensa.

Agua y jabón
y el tiempo se detiene.
No quiero darme cuenta
de que prefiero estar en este lado,
vivirme desde fuera.

Agua y jabón
la vida se me escurre
sin manchas, lamparones y sin huellas.
No quedarán señales de mis pasos.
Una muerte impoluta que me apremia.

Debo pisar con barro en las sandalias
(tanta limpieza no puede ser buena).


EM

domingo, 24 de febrero de 2008

NACHO BUZÓN

Me gusta cuando pocas palabras me dicen mucho. Éstas de Nacho Buzón me llevan a imaginar una historia, me producen sensaciones y me hacen sonreir. A veces es sencillo conectar con los demás.

ESCALERAS ABAJO

me dejé la puerta abierta y
se me fueron ella
el perro
y las ganas de levantarme
cada mañana

Nacho Buzón, de Suite de una estrella

viernes, 22 de febrero de 2008

Sigue la nostalgia...éste tiene 25 años

Pondré tu nombre en una hoja
y le diré al viento que no existes,
que te cree,
como yo te creo incansable,
que te domine para mi.
Pondré mi corazón sobre otra hoja
y uniré al invierno con la primavera
por ese segundo ancestral que los separa.
Será la forma más sublime de suicidarse.


EM

(de Escrito con la a...)


Y ASÍ ERA YO ENTONCES...




domingo, 17 de febrero de 2008

NIÑA-MAGA



NIÑA-MAGA

Camina dando saltos,
contando las baldosas,
pisando solamente las impares.
Descubre nuevos mundos
en pompas de jabón y trapecistas
de sueños imposibles
descansan cada noche en sus pestañas.
Sacude con la risa los errores
que todos cometemos,
sus brazos desvanecen los fantasmas
que quieren habitarme.
Sanadora de miedos,
encantadora azul de decepciones,
domina, con un beso,
la magia ancestral que los humanos
buscamos incansables…

Es niña,
y nueve promesas blancas
habitan en su talle.


EM

(en la foto aún no tenía nueve años, pero ya apuntaba maneras)

sábado, 16 de febrero de 2008

LA PALABRA



En 1957 el poeta argentino Oliverio Girondo publicaba un libro titulado En la Masmédula, éste es un retrato suyo y éste uno de sus poemas.





Por favor, leedlo al menos una segunda vez, sin prejuicios, la palabra es un elemento moldeable y polisémico aunque no se le reconozca su significado exacto, aunque no exista en ningún diccionario. Si somos capaces de admirar cualquier visión alejada de la realidad en la pintura, como el surrealismo o el cubismo, ¿por qué nos resulta tan difícil admitir que eso suceda con la palabra?. No estoy diciendo que éste sea un poema sublime, pero sí un experiemento interesante al que me acerca mi relación con la palabra (una tentación a la que es difícil sucumbir, ni Cortázar pudo hacerlo en su genial fragmento de Rayuela "Apenas él le amolaba el noema...").
En fín, el poder de la palabra...





PORQUE ME CREE SU PERRO

Y SACARÉME LA NIEBLA
el turbio zumo oscuro del traspienso
la pulpa
la soborra de mente
toda su gris resaca me sacaré hasta el meollo
antes de que se asiente
la áspera espera arena taté teté yo y lamí
y tragué yo en la sed
a trago tardo largo
lo hueco
lo plenamente hueco y que no es más que hueco
pero crece
sin fin ni sino o causa o pauta o pausa me sacaré
yo el lastre que no lastra
por no saber a piedra
por no saber saber
ni saber no saber
los decesos del seso y sus desechos me sacaré yo
de pie
junto con tanta sombra sórdida que sobra de
cuando fue y no fue
o fue fue
y no se fue
aunque retorne el árbol del primo primo simio
me sacaré yo sin tino la maraña
demasiadísimo humana
y mil y miles vueltas y revueltas y contras y
recontras
y sus colas
y sus entelequias y emocioncitas nómadas
y más y más
de cuajo me sacaré el obtuso yo zurdo absurdo
burdo que aún busca ser herido aunque sonría
entre otros obvios sordos escombros naturales
y restos casi muertos de algún yo otro propio
que todavía ulula
porque me cree su perro.

(Oliverio Girondo, de En la Masmédula)

martes, 12 de febrero de 2008

No me esperes detrás de la puerta,
ni asomado a ninguna ventana,
que mi casa no tiene paredes,
ni muebles,
ni esquinas,
ni llaves,
ni nada....
que te impidan entrar cuando quieras,
que te estorben
si buscas franquearla.

No me avises si llegas de noche,
no me llames si es de madrugada,
pues mi piel vive alerta
y,
despierta,
guarda el dulce sabor de tu alma.


EM

(de Escrito con la a...)

domingo, 10 de febrero de 2008

otras veces, por cosas así...

DE ADÁN Y EVA

¡Qué cosas!
he encontrado
en esa fuente oscura del invierno
una serpiente tibia
inusual y sorprendentemente despistada
rozando mis tobillos
helados por el frío de la fuente y por la nada.
Me he descubierto así
-la náusea ausente-
inmóvil al deseo
soñando esa caricia serpentina
deslizarse en mi piel,
abandonada.
Imaginando a un tiempo que tal vez,
más tarde,
encuentre mi consuelo la manzana.


(no sé qué será peor...)

A veces me da por ésto...





NANA DE LA LUNA INSOMNE

En la cuna se mece cuando es de noche
ese niño que quiere pero está insomne,
porque a veces la luna, que es muy traviesa,
permanece despierta hasta la siesta.

Y el niño la acompaña, se sube en ella,
y cabalga elefantes y madreselvas,
y se entrelazan flores de caramelo
entre sus manos blandas de terciopelo.

Y las horas resbalan, como espirales
por pirulís de menta y de chocolate,
y la orilla del río, que es muy mimosa,
les da besos de miel, abrazos y rosas.

Y el niño está despierto, y la madre en vela.
Y corren por los campos y las veredas,
y atraviesan los cielos buscando un duende…
Y la luna cansada por fin se duerme.

-Deja ya que la luna duerma un ratito-,
le dice entre arrumacos la madre al niño,
y unos brazos de azúcar forman la luna.
Mientras el niño duerme, la madre acuna.

(me divierte jugar con los niños y las palabras, a ellos su melodía les encanta)

sábado, 9 de febrero de 2008

Este invierno, desde mi ventana...



Nunca conocerás mi última lágrima,
no voy a presentarte a mi tristeza,
no compartiremos decepciones,
ni será amigo común mi desconsuelo,
No esperes que te cuente mi amargura,
no creas que conoces mis anhelos,
no voy a hablarte nunca de mis dudas,
ni voy a preocuparte con mis miedos,

y eso todo...
sólo porque te quiero.

(de Escrito con la a...)




miércoles, 6 de febrero de 2008

a propósito de otro carnaval...

Cae la tarde.
Despoja los nogales de proyectos.
He querido llorar,
pero una mueca
de extravagante risa
me ha colocado a tiempo la careta.

domingo, 3 de febrero de 2008

Antroxu 2008




Empieza el carnaval en Avilés... este año muy medieval.
(ayer por la noche, con mis amigos)

sábado, 2 de febrero de 2008

PARASOLEDADES

PARASOLEDADES

Guardo un paraguas con sabor a ti,
porque no aguanto el chocolate
que me engorda y me miente
sin recato,
y porque la lluvia,
tenaz y despiadada,
quiere abrazarme siempre
y no soporta
verme sonreír…

viernes, 1 de febrero de 2008

Meriendo algunas tardes, de Ángel González

MERIENDO ALGUNAS TARDES

Meriendo algunas tardes:
no todas tienen pulpa comestible.

Si estoy junto a la mar
muerdo primero los acantilados,
luego las nubes cárdenas y el cielo
-escupo las gaviotas-,
y para postre dejo las bañistas
jugando a la pelota y despeinadas.

Si estoy en la ciudad
meriendo tarde a secas:
mastico lentamente los minutos
-tras haberles quitado las espinas-
y cuando se me acaban
me voy rumiendo sombras, rememorando el tiempo devorado
con un acre sabor a nada en la garganta.

Ángel González.

Desde que estoy en Cangas este es uno de los poemas que me acompaña y que acaba consiguiendo que sonría, mientras veo las campanas de la iglesia desde la ventana... hay tardes realmente difíciles de tragar.