TE VOY A CONTAR UN CUENTO
Había una vez,
o dos,
o un ciento…
(ya casi no recuerdo)
un país lejano y extrañado,
reinaba el desconcierto.
Habían descubierto, por error,
sin tener culpa de ello,
a qué saben los labios,
el color de los besos…
y desde entonces
vivían condenados
a besarse sin tregua
(mariposas brillantes saturaban
el azul de los cielos).
Y yo, aquí (celosa e irritada),
sólo puedo
sentir pena por ellos…
¿Quieres que vuelva a contarte el cuento?
Pues paga prenda: un beso.
Había una vez,
o dos,
o un ciento…
(ya casi no recuerdo)
un país lejano y extrañado,
reinaba el desconcierto.
Habían descubierto, por error,
sin tener culpa de ello,
a qué saben los labios,
el color de los besos…
y desde entonces
vivían condenados
a besarse sin tregua
(mariposas brillantes saturaban
el azul de los cielos).
Y yo, aquí (celosa e irritada),
sólo puedo
sentir pena por ellos…
¿Quieres que vuelva a contarte el cuento?
Pues paga prenda: un beso.